El 23 de junio es una de las fechas más especiales del calendario por diversas razones. Tiene lugar la noche más corta del año o, visto de otro modo, se produce el día más largo. Además, llega el verano y se acaba el curso, pero fundamentalmente es la noche de San Juan. Cualquier excusa es válida para planear una reunión y celebrar.
Es cierto que la velada de este año será diferente. Sin hogueras ni barbacoas, toca replantear la festividad porque la pandemia continúa. Sin embargo, aunque el contexto puede variar radicalmente de un año a otro, hay algo que nunca cambia: el estómago hay que llenarlo. Seguramente te habrás preguntado qué comer en San Juan y cómo preparar esa receta para un día tan señalado.
En una tierra bañada por el Mar Mediterráneo, el producto fresco nunca debe faltar en la mesa. Ya lo dice el refrán: “Por San Juan, la sardina pringa el pan”. Y efectivamente, la protagonista por excelencia de esta celebración es la sardina. El plato para brillar en la noche de San Juan tiene un producto principal que no se discute, pero es conveniente que sea de calidad.
GARCIDEN te lo pone fácil. Si quieres un producto fresco, de calidad y con sabor delicioso, solo tienes que acudir a una de sus pescaderías y elegir la cantidad. No es aconsejable dejar al alzar la materia prima cuando existe la posibilidad de asegurar una cena de categoría. Si a ello le sumas que junio es un mes de temporada para la sardina, nada puede salir mal.
Cómo preparar las sardinas
Solo cambia el escenario, la playa se sustituye por una terraza, un espacio al aire libre o el salón de casa. Prepara la parrilla, indispensable para que el resultado sea excelente. Recuerda que debes asarlas con vísceras y escamas. Una vez que la brasa esté en su punto óptimo y haya desaparecido el fuego, es el momento adecuado para poner las sardinas.
¡No olvides la sal gorda! El cocinado es sencillo y rápido, basta con unos tres minutos aproximadamente por cada lado para que estén doradas. Si dispones de una parrilla doble, evitarás que la vuelta sea de una en una. De lo contrario, te llevará algunos minutos más, pero el resultado será exactamente igual.
El resto ya lo conoces de memoria. Servir caliente, consumir cuanto antes y recordar a los comensales que el pescado, si es fresco, es dos veces bueno.